La ansiada paz social

La actual directiva del CF Palencia, parece últimamente volcada en conseguir la denominada “paz social” en el Club Palentino. No son pocas las ocasiones está pasada semana en las que se ha manifestado a este respecto. Ocurre, que mientras hablan de conseguir tal logro, no hacen más que predicar con el ejemplo contrario.

Señores directivos, creen ustedes que engañando al socio permanentemente, desde antes incluso de llegar al poder, van a conseguirlo. Engañan al socio con un programa ilusionante, con docenas de promesas que en medio años ya están tiradas por tierra. Mienten sobre la conversión del Club y su necesidad, hasta en 5 ocasiones (2 debates, 2 periódicos y Tertulia), superando al mismísimo San Pedro en la negación.

¿USTEDES QUIEREN LA PAZ SOCIAL?

Le entregan a una persona (que según dicen ni conocen) plenos poderes dentro del Club, ordenando y representando más que el presidente que los socios eligieron democráticamente, en un acto de total irresponsabilidad, simplemente porque viene prometiendo unos réditos económicos que ustedes no son capaces de generar.
Se enfrentan a los socios provocando la repulsa de nuestra plantilla en la más vergonzosa asamblea que se recuerda en el club, en la que ningunean al socio, teledirigiendo las votaciones, y eliminando la opción que a ustedes no les gustaba. (Hablo de la ley concursal, de la otra posibilidad, sólo a alguien con tan malas artes y pensamiento podría ocurrírsele como solución).

Dejan de lado a la afición, tanto en el municipal de la Balastera, como fuera de nuestro campo, no dando ninguna facilidad de desplazamiento, salvo cuando es sumamente cantoso. Son capaces de desilusionar al aficionado hasta hacer que la Balastera parezca un cementerio, yendo cada domingo un número mucho menor a los socios que forman el Club.

¿REALMENTE USTEDES QUIEREN LA PAZ SOCIAL?

Desprecian continuamente a la plantilla y cuerpo técnico, reiterando que no son los que ustedes hubiesen deseado, en tanto de puertas para dentro, como de puertas para afuera.
Son capaces de intentar apartar a uno de los capitanes, para que no cobre una prima por partidos, sea o no sea necesario su concurso en el final de liga.

Expedientan a otro capitán, porque habla y quizá sabe demasiado, y por exigir simplemente lo que es suyo, SU SUELDO. 
No les interesa el diálogo con la plantilla, desechando las vías de negociación de cara a las posibles denuncias en junio. 

Clama al cielo, que el cuerpo técnico reconozca públicamente en prensa, que les da la impresión de que están ustedes con la escopeta permanentemente cargada.

Con todos estos actos, sólo dejan entrever que no les interesa la clasificación para el playoff, no vaya a ser que se generen suficientes ingresos como para que el socio piense, que no sea necesaria la conversión, y se les fastidie el negocio.

¿EN SERIO PIENSAN QUE CREEMOS QUE DESEAN LA PAZ SOCIAL?

Ustedes, ni la desean ni la quieren.
Lo que ustedes intentan no es otra cosa que apropiarse del Club a toda costa. En la historia del Palencia, ha habido todo tipo de presidentes, muy válidos, nefastos e incluso infames, pero todos y cada uno de ellos respetaron cuando el socio dijo basta.

Ustedes urden un plan para perpetuarse en el Club, comprando ahora y permaneciendo en él hasta que se cansen o deje en un futuro de ser rentable.

Desean éste “juguete” tanto, que nos le ha importado pasarse por el arco del triunfo los estatutos del Club, de la Federación de Castilla y León de Fútbol, las normas del CSD, y lo que se tercie. Para ustedes hace tiempo que todo vale.

Se han hecho con los servicios de un “cobrador de subvenciones profesional”, que allí donde ha estado a acabado dejando pufos, o en el mismo cuartelillo de la Guardia Civil.

Si realmente desearan la paz social, hace tiempo que hubiesen retomado ese Palencia de Primera del que abogaban en su campaña, y hubiesen dejado de lado este Palencia de mentiras y engaños que están preparando con el único fin de asfixiar al Club, a costa de que no sea de nadie que no esté entre el trío directivo (sí 3, el resto ni están, ni se les espera).

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