Desde que se inició la campaña electoral allá por el mes de Agosto, la Directiva actual empezó a adquirir una serie de compromisos que luego fue incumpliendo poco a poco. Los autobuses gratis, el museo, la ciudad deportiva, son promesas no exigibles a corto plazo y que, dadas las circunstancias actuales, no tienen mayor importancia que la de mostrarnos el tipo de personas que ganaron las elecciones. Pero también dijeron que mantendrían al frente de la cantera a sus promotores, Paulino y Alejandro, y luego les dejaron fuera; también dijeron que tenían firmado un contrato con un gran patrocinador de telefonía y con empresas constructoras, algunas de ellas de Palencia, y aún no han aparecido ni el uno ni las otras; también dijeron que Luis Sierra figuraba altruistamente, sin cobrar, y que no iba a ser el entrenador del club, y luego, cuando le despidieron, nos enteramos de que sí cobraba (y se fijó una indemnización por ello) y él mismo desveló que en su contrato figuraba ser el entrenador del Palencia en la temporada 2011-2012; también dijeron que harían una Auditoría de Cuentas, y al final sólo hicieron un informe que ni siquiera fue válido para realizar la transformación en SAD que pretendían; también dijeron que se harían cargo de la deuda, aunque alcanzase los 600.000 euros y la anularían en dos años, y luego confesaron no poder asumirlo; también dijeron que la SAD era absurda y que sólo la harían por imperativo legal, y ahora no contemplan otra opción para sacar adelante el club.
En Noviembre, presentaron a Óscar Mata como nuevo Director General del club, aparentemente después de un proceso de selección entre más de 100 candidatos. En su presentación, el señor Mata dijo conocer Palencia por motivos de trabajo y que le gustaba el fútbol, sobre todo los partidos de Champions, y se olvidó de decir que era concejal por Villalcázar de Sirga y que era socio del Club de Fútbol Palencia desde siete años atrás.
Llegó poco después la famosa Asamblea del 27 de Diciembre, y en ella se hizo una interpretación catastrofista del informe de cuentas presentado por el Auditor, informando de cifras innegociables que luego se han ido renegociando, cobros imposibles que luego se han podido realizar, e incluso poniendo una fecha límite, el 15 de Enero, en la que toda la deuda sería exigible, cosa que afortunadamente no ha sido así.
Desde entonces nos han intentado vender sus esfuerzos por aislar a la plantilla de todos los problemas extradeportivos, cuando lo que han hecho ha sido dejar mal en público a un jugador en la propia Asamblea, entrar en reiteradas ocasiones al vestuario para informarles de la imposibilidad de pagar sus nóminas, expedientar a un jugador sin motivos suficientes, e incluso airear públicamente que esta plantilla y este cuerpo técnico no son los suyos y que traerán otros para la temporada venidera, llegando al punto de que un directivo anunció que hablaría sobre un determinado jugador en cuanto se lograra la permanencia.
La que iba a ser la Directiva de la transparencia ha acabado convirtiéndose en la de las medias verdades, las informaciones sesgadas y las promesas incumplidas; la que siempre encuentra excusas ajenas para explicar sus propios problemas. ¿Cuál es la finalidad de todo esto?; ¿qué quieren conseguir?; ¿podemos confiar en que la solución que nos venden sea la única posible, como ellos dicen? Si las cosas fueran tan claras y transparentes, no habría ninguna necesidad de ocultar ni mentir; si lo hacen... ¿por qué será?
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